6 ene 2012

Momentos decisivos y transitivos.

Hay que recordar que existen los matices que

te disuelven unas expectativas muy coloridas

y al mismo tiempo le dan color a las más grises.

Un año. Hace un año que no hay ni una sola actualización a este blog. ¿Por qué? Supongo que hay muchas razones, pero lo curioso no es ninguna de ellas, sino, que el 2011 específicamente fue un año más que productivo para mi y para muchas de las personas a mi alrededor, lo cual me parece completamente irónico ya que existieron demasiados temas y acontecimientos importantes que no compartí a tiempo.

¿Empezamos?

Enero, 2011. El inicio del fin. Mi último semestre en la universidad. ¿Mis materias? No muchas, ni tan enriquecedoras e importantes como las del semestre anterior. Pero una de ellas, “Televisión En Vivo” para ser más exacta, me enseñó muchas cosas más allá de lo académico o profesional. Me enseñó que la gente cambia, que si uno o dos elementos varían en un grupo el resultado puede ser diametralmente opuesto, que nunca terminas de conocer a las personas y que es prácticamente imposible pedirle a un grupo demasiado establecido que se integre a uno mayor.

Suenan a lecciones muy trilladas en series de tv, libros y hasta telenovelas, pero lo que nunca nadie te dice es que pueden llegar a ser personas que en realidad aprecias y que creías conocer, pero realmente siempre hay que dudar ante la aseveración de que “conoces” a alguien. It NEVER happens, no siempre existe un final feliz y no ser consciente de esto te puede amargar la existencia, y en mi caso, el último semestre de carrera, que resultó ser uno más.

Pero no todo fue malo al respecto, pasaron muchas cosas que me enriquecieron mucho como persona, estudiante, futura egresada y finalmente recién egresada. Me hablaban mucho acerca del síndrome de “recién egresado” que se niega a volar solo y abandonar su alma máter. Eso, a 6 meses de haber terminado no me ha pasado en lo absoluto. No extraño la escuela, no extraño las tareas y por supuesto que no extraño las desveladas gratis. Sin embargo, hay algo que si extraño, y mucho: Mis maestros. La sensación de protección que siempre me dieron y esa ayudita extra cada vez que tuve un problema. Esa protección que algo que nunca noté durante la carrera pero que siempre estuvo ahí y ojalá lo hubiera notado antes para apreciarlo y aprovecharlo más. Eso es algo muy bueno y que me acompañará siempre.

El último semestre, los maestros, la gente… Me lleva a un evento importante directamente relacionado con ese último semestre, y demás. La graduación.

Desde el día uno en la carrera pensé en ese día, como sería, qué vestido me pondría, quién me acompañaría, etc. Desafortunadamente, pensar tanto en eso me creo expectativas muy altas y difíciles de conseguir, por lo que viene una nueva lección de vida: Las cosas no siempre resultan como las planeas. Y no me estoy quejando de mi existencia en el universo, sólo ocurrieron una serie de eventos que hicieron que no disfrutara el día de la manera que hubiera querido, prometo hacer una crónica completa del evento en un post futuro.

Junio.

5/6/11. Después de 7 años, decidí hacer de nuevo una fiesta de cumpleaños. Invité a todos mis amigos, llené la piscina, compré algunas cervecitas y bastante comida. Definitivamente uno de los highlights del año, me la pasé muy bien y recordé todos los buenos recuerdo que generan los cumpleaños. Cumplí 23 y doy gracias por eso.

9/6/11. El viaje de graduación. Una gran experiencia. Conviví mucho más con personas a las que aprecio mucho y compartimos muy buenos momentos. Pero también me di cuentas de cosas no tan positivas y de que definitivamente no todo lo que brilla es oro. Pero claro, no fueron suficiente para opacar todo lo interesante y enriquecedor que fue.

Y finalmente:

24/6/11. La graduación. Subir para más detalles.

Definitivamente un mes que significó mucho aprendizaje y crecimiento personal. Estuvo un poco polarizado, y sigue generándome conflictos internos, pero no lo cambiaría por nada.

Junio, me lleva a recordar el verano, las expectativas, ¿qué hacer?, ¿qué no hacer?. Definitivamente un periodo de inmersión y reflexión sobre el siguiente movimiento. Tuve la vida escrita hasta ahí. Lo que venga después estaría escrito sólo por mi. En otras palabras, hasta aquí llegó mi postergación de un momento de decisiones. Por si no lo saben, no hay nada a lo que le tema más que tomar decisiones, ya sea para elegir que comeré hoy como para elegir qué haré con mi vida.

Después de mucho pensarlo, decidí algo, que la verdad no me causó tanto conflicto. Me voy a ir a Francia. Digo ¿quién pensaría eso dos veces? Pero esa decisión tan grande no se puede hacer sin considerar los pequeños detalles, como el hecho irrefutable que mi francés no pasa de “Je m’appelle…””Merci..” y “Je ne comprends pas”. Si, tengo que prepararme para ese gran viaje, pero qué haré en ese tiempo, no puedo sólo graduarme y dedicarme de tiempo completo de nuevo a estudiar, sentiría que estudié los cuatro años anteriores para nada, eso me llevó a generar dos escenarios propicios para este super plan:

Escenario 1: Me dedico a estudiar francés por 6 meses intensivos y me voy en Enero. Tal vez un trabajo de medio tiempo o alguna otra actividad random.

Escenario 2: Consigo un trabajo, me voy en septiembre de 2012, estudio y hago un poco de todo.

Primero, me resultó más atractivo el primer escenario, pero resultó que uno de los miles de lugares a los que mandé mi CV me contestó y pidió una entrevista. Cabe mencionar, que era el único lugar que realmente me entusiasmo por lo que fui a la entrevista y resultó que ese mismo día me mandaron mi maravilloso correo de bienvenida, por lo que escenario cambió. Para bien.

Lo que me lleva a otro gran cambio en mi vida, más que cambio, otra primera vez.

Mi primer empleo:

Tenia varias cosas que siempre quise de un trabajo. Contacto con mucha gente, aportación social, suficientes responsabilidades como para acostumbrarme a ellas pero no tantas como para arruinar mucho en caso de que algo salga mal. ¿Mi actividad? Muchas, el puesto se llama “Coordinación de conferencias” y también amerita un post acerca de lo que eso significa, el punto es que fue cansado y gratificante. Lo digo en pasado porque igualmente es por proyecto y cada proyecto dura 6 meses, aun no se si se renovará o no y si sí, aún no se si aceptaría.

Durante ese semestre de trabajo también aprendí mucho. Aprendí a apreciar el dinero, descubrí que es eso de estar esperando que te caiga la quincena. Qué es eso de comprarte algo con tu propio esfuerzo y eso de ganarte las cosas tu misma. También aprendí que hay mucha gente interesante a la cual conocer, pero no necesariamente se tienen que quedar en tu vida.

Aprendizaje

Con todo esto, no quiero que se enteren de mi vida y mis decisiones. Mi punto real, es que fue un año que tuvo muy marcada cada lección. Que todo lo bueno conlleva algo malo. Hay personas que se van dejando gratos recuerdos, hay personas que se quedan continuando haciéndolos, hay que aprender a no esperar demasiado de las cosas sin dejar de apreciar lo positivo que venga.

Hay que recordar que existen los matices que te disuelven unas expectativas muy coloridas y al mismo tiempo le dan color a las más grises.

No hay que juzgar a las personas en función de uno mismo. El hecho de que no sean o no actúen como tu esperas no significa que estén en lo incorrecto o que sean malas personas, hay gente más compatible que otra. Saber que hay personas que aun tu creías que estarían contigo siempre, realmente lo estaban por que te encontrabas en su camino, pero no significa que hagas una gran diferencia en sus vidas.

Pero tampoco hay que pasar por alto a esas personas que siguen contigo aunque tu seas quien no cumple sus expectativas y que no sólo se quedan, sino que te acompañan en el viaje y comparten sus frustraciones ayudándote a superar las tuyas, gracias si eres una de esas personas, que son muchas, pero hay una muy especial a quien en este año en particular quiero agradecer TODO lo que hace por mi y lo que ha hecho para hacerme una mejor persona (Tu sabes muy bien quien).

Para despedirme, solo quiero decir que el compartir estas ideas e indagaciones mentales es mi manera de felicitación y envío de buenas vibras y buenos deseos y que como diría mi papá, espero que el mejor de los días del 2011 sea el peor de los que vienen en el 2012.

A ti que me lees, muchas gracias.

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